Nea: creció en un pueblo llamado de Hijo, en Suecia. Tuvo una infancia feliz, pese a que sus padres se pasaban el día trabajando. Cuando la posibilidad de mudarse a Estados Unidos se convirtió en realidad, empezó a portarse mal. Nea se veía obligada a dejar atrás su vida y a sus amigos. Rechazaba lo que sus padres consideraban "normal". En su lugar, se refugió en las pistas de skate, y su firma de grafitera "Mashtyx" empezó a verse en las paredes de todo el pueblo. Nea se aficionó a dejar su firma en los edificios oficiales, esquivando a la policía y cualquier otro peligro gracias a su agilidad y reflejos felinos. Al final, sus padres acabaron acostumbrándose a que desapareciese durante varios días seguidos. El problema es que tal vez fue demasiado lejos cuando, en una noche sin luna, sus amigos la retaron a dejar su firma en el viejo psiquiátrico Crotus Prenn, ya que desde entonces no se ha vuelto a saber de ella.
EL XENOMORFO: Un organismo perfecto, nacido de la violencia, diseñado para matar. El Xenomorfo emergió de la cavidad torácica de un huésped llamado Kane y buscó refugio en las sombras de la Nostromo. A medida que mudaba su piel, el Xenomorfo llegó a comprender su entorno. Usando los conductos de aire de la nave, mató a sus presas una por una, hasta que solo quedó la humana Ripley. Desesperada por sobrevivir, Ripley destruyó la Nostromo y buscó refugio en una nave de escape. Pero los instintos del Xenomorfo le dieron la ventaja. Mientras la nave de escape flotaba por el espacio, el Xenomorfo estaba al acecho, observando a su presa. Justo cuando iba a matar, la esclusa de aire de la nave se abrió y el Xenomorfo fue expulsado al frío vacío del espacio. Todo estaba perdido. El Xenomorfo estaba cerca de la muerte. Y luego, en un instante, desapareció en una nube de niebla negra.
El Traicionero: JiWoon Hak prosperó bajo la atención de los demás, energizado por cada ojo que lo observaba y cada lengua que pronunciaba su nombre. El padre de JiWoon gastó las ganancias del restaurante en clases de baile y canto para su hijo, empujándolo a alcanzar la fama que nunca pudo. JiWoon no decepcionó. YunJin Lee, productora de Mightee One Entertainment, reclutó a JiWoon en su programa de entrenamiento. YunJin seleccionó a JiWoon para unirse a la banda NO SPIN, aportando una energía cruda a sus canciones. JiWoon vivía aturdido por las entrevistas y la adoración, y aunque la frenética agenda agotaba a sus compañeros de banda, estaba vigorizado. Cuando miraba a sus fans, veía que su alegría y envidia se dividían en cinco partes, diluidas entre cada miembro de la banda. JiWoon mantuvo sus impresiones, imitando un encanto enterrado durante mucho tiempo bajo el odio. Grabó el último álbum de NO SPIN con sus compañeros de banda, sin perder el ritmo. Al otro lado, sus compañeros de banda golpeaban la puerta, sus gritos acompañados por el crepitar de las llamas. JiWoon los llamó, corriendo hacia los altavoces, agarrando uno y deteniéndose. Cada respiración era un proceso consciente y deliberado que requería toda su atención, los gritos cercanos apenas se oían hasta que, lentamente, retrocedió. JiWoon fue celebrado como una figura trágica, un héroe que hizo todo lo que pudo en un intento inútil de salvar a sus amigos. Renació como The Trickster, un artista en solitario que producía sus propias canciones, luciendo un corazón suave bajo un exterior salvaje. El primero era un estudiante universitario de música con una voz cautivadora. JiWoon lo despertó con un bate de béisbol en el cráneo, atándole los brazos y las piernas, amordazándolo con un conducto de trapo pegado a su boca. Hizo música a partir de ellos, pinchando en los lugares correctos para evocar diferentes tipos de gritos y aullidos. JiWoon grabó cada sesión, sintetizándolas y trabajándolas en sus canciones, escondiéndolas detrás de capas de melodías. Durante una súplica particularmente audaz para llamar la atención, mató a una fan que había conocido durante una reunión VIP, reemplazando sus ojos con sus gemelos de diamantes y escribiendo HE VISTO A DIOS con sangre en su pecho. Entre la música y el asesinato, el trabajo de JiWoon fue discutido a nivel mundial. Se decidió que JiWoon ya no podía autoproducir sus canciones. Sus canciones fusionaban una humanidad genuina en la música, pero los ejecutivos rechazaban todo lo que no fuera genérico y esperado. Cuando el espectáculo estuvo listo, el gas se filtró en la sala mientras los ejecutivos y tramoyistas esperaban a JiWoon, convenientemente retrasado. Fue una magnífica efusión de emoción, de lo que significaba ser humano, y lo hicieron con los ojos fijos en JiWoon. Vísceras se fue drenando del escenario hasta que, con el lanzamiento de su cuchillo arrojadizo, el último instrumento humano se quedó en silencio y la música se detuvo. Cubierto de sudor y sangre, un exhausto JiWoon miró a YunJin y se inclinó. Llamada de atención.