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1936. Alemania ha hecho pública su intención de rearme, y contrario a lo que uno podría pensar, las potencias occidentales están bastante lejos de tan siquiera intentar impedirlo, sin embargo, están buscando realizar otra medida que si bien podría parecer contradictoria, tiene por intención controlar la producción armamentística de los alemanes. El acuerdo naval anglogermano es oficial, el cuál establece la limitación del tamaño máximo de la flota alemana en un 35% respecto al tamaño de la Marina Real Británica, la cuál contaba con alrededor de 1400 navíos para entonces, de los cuáles, 6 son portaaviones y otros 17 son acorazados. De acuerdo a este tratado, los alemanes tienen derecho a la construcción de 6 acorazados y 2 portaaviones de manera completamente legal, y es una oportunidad que no solamente no están dispuestos a desperdiciar, sino que en el momento en el que el tratado entró en vigor, los alemanes ya se encuentran desarrollando los planos para la construcción del acorazado más avanzado en navegar en los mares europeos de aquel momento.


Bienvenidos queridos espectadores a una nueva entrega del vídeo bonus de mitad de semana, en donde descubriremos los datos más relevantes de los acorazados clase Bismarck, aquellos gigantes del mar que para la buena fortuna de los aliados, no fueron utilizados en su máximo potencial. ¿A qué se debe su fracaso en las frías aguas del océano atlántico? ¡Acompáñame a descubrirlo! No sin antes agradecer a SanMolina, quien es mecena del canal y sugirió este tema, y si tú como él quieres que haga un vídeo específico de cualquier tema, te invito a que leas cómo puedes hacerlo en la descripción de este vídeo. Ahora sí, sin nada más que añadir, los acompaña Der Ausländer y comencemos.