Como Abraham, a veces nos encontramos entre la bendición y la escasez. En esos momentos difíciles, cuando nuestra vida parece una tienda en medio de incertidumbre, debemos hacer un alto, levantar un altar y decir: 'Señor, que se haga tu voluntad'. A veces, Dios nos lleva a la tristeza para poder guiarnos hacia Su propósito.
¡Este mensaje te invita a confiar en los planes de Dios, incluso en los tiempos más difíciles!