tras las de Pasargada y Susa la máxima expresión de la sala de audiencias persa aqueménida: reduplicando casi la de su palacio en Susa Darío I la hace el edificio representativo de su propia capital Persépolis; claras influencias griegas y egipcias (salas hipóstilas), también en la espléndida decoración esculpida
dinteles y jambas de puertas, ventanas y nichos en piedra; el resto de los muros en adobe