En una decisión unánime, los ministros de la Corte Suprema determinaron esta tarde la destitución de la suspendida ministra de la Tercera Sala, Ángela Vivanco, tras ser acusada constitucionalmente de “notable abandono de deberes”. La medida fue tomada en el contexto de las conversaciones e intercambio de favores que Vivanco mantuvo con el abogado Luis Hermosilla, quien se encuentra en prisión preventiva por su implicación en el caso Audio.

El presidente de la Corte Suprema, Ricardo Blanco, recordó que se abrió un cuaderno de remoción en contra de Vivanco, y señaló que los argumentos de su defensa, incluyendo la alegación de una supuesta ilicitud en la obtención de pruebas, fueron desestimados. Blanco explicó que los chats entre Vivanco y Hermosilla, publicados el 7 de septiembre, fueron entregados voluntariamente por el propio abogado en el marco de una investigación penal, lo que legitimó su uso en el proceso judicial.

Blanco también rechazó las acusaciones de falta de imparcialidad por parte de los magistrados que revisaron el caso, y destacó las irregularidades cometidas por Vivanco en el ejercicio de sus funciones. “La ministra Ángela Vivanco hizo presiones sobre ciertos relatores para apurar documentos de fallo”, afirmó, calificando su comportamiento como “incompatible con las funciones del cargo” y que afectó gravemente los principios de transparencia y probidad.

“La ministra Ángela Vivanco incurrió en un comportamiento que afecta a los principios de transparencia, probidad, y privan su derecho a la inamovilidad, al haber comprometido gravemente con su mal comportamiento los cimientos del Estado de Derecho”, dijo el presidente del máximo tribunal, Ricardo Blanco.

El presidente Blanco señaló que la ministra, al actuar de esta manera, perdió su derecho a la inamovilidad, un principio fundamental del Poder Judicial.