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A pesar de que la constitución mexicana desde 1917 prevee que todo ciudadano que viva en México tiene la libertad de practicar la religión que prefiera, sin embargo, en estados como el de Chiapas, la situación es distinta. Desde la década del 60 la persecución a estado presente en San Juan Chamula (Chiapas) y más de 40.000 cristianos evangélicos fueron expulsadas de sus tierras, paradójicamente con el paso del tiempo, este lugar se ha vuelto más tolerante y al momento existen 120 templos y ahora 15.000 personas nuevamente profesan públicamente su cristianismo. El Gobierno por su lado ha decretado el regreso de los desplazados a sus tierras, sin embargo los cristianos reciben presiones de grupos políticos, religiosos y hasta grupos irregulares armados y sufren incluso amenazas de muerte.
El pastor y abogado Esdras Alonso, menciona que la mayoría de las iglesias mexicanas ignoran este problema o simplemente no lo quieren ver porque es incómodo, a pesar de todo, dice Alonso, el verdadero avivamiento está en la iglesia rural, donde existe persecución.
Por su lado Abdias Tobilla, un abogado cristiano a quien el gobierno lo ha delegado como Coordinador de Asuntos Religiosos en San Cristóbal de las Casas, cree que la unidad del pueblo es lo que realmente permitirá ir superar los problemas.