La observación de que muchas empresas tienden a hablar de diversos aspectos operativos y financieros más que de los conceptos fundamentales de administración estratégica, estrategias genéricas o ejecución de la estrategia puede deberse a varias razones. Aquí te presento algunas posibles explicaciones:

1. Falta de Comprensión Clara
Formación y Conocimiento: Muchos líderes y gerentes pueden no tener una formación sólida en administración estratégica. Sin una comprensión profunda de los conceptos de estrategia, es más fácil centrarse en áreas más tangibles como las finanzas y la operación diaria.
Terminología Compleja: Los conceptos estratégicos pueden parecer abstractos o complejos, y algunos prefieren evitarlos en favor de temas más concretos y fácilmente entendibles.
2. Enfoque en Resultados Inmediatos
Presión de Corto Plazo: Las empresas a menudo están bajo presión para mostrar resultados financieros a corto plazo a los inversores y otros stakeholders. Esto puede llevar a un enfoque en métricas financieras y operativas que ofrecen una retroalimentación inmediata.
Operaciones Diarias: La gestión diaria de las operaciones y la resolución de problemas inmediatos pueden consumir la mayor parte del tiempo y la atención de los líderes empresariales, dejando menos espacio para el pensamiento estratégico a largo plazo.
3. Desconexión Entre Estrategia y Ejecución
Implementación Dificultosa: Algunas empresas pueden tener dificultades para traducir la estrategia en acciones concretas. Esto puede llevar a una desconexión donde la estrategia se discute en abstracto pero no se integra completamente en las operaciones diarias.
Falta de Herramientas y Procesos: Sin las herramientas adecuadas y los procesos establecidos para ejecutar y monitorear la estrategia, puede ser más fácil enfocarse en lo que es más medible y manejable, como las finanzas y los planes operativos.
4. Prioridades Competitivas
Competencia en el Mercado: En mercados altamente competitivos, la atención puede desviarse hacia áreas que parecen ofrecer ventajas competitivas inmediatas, como la tecnología, el análisis de datos y las finanzas.
Innovación y Adaptabilidad: La rápida evolución tecnológica y las cambiantes condiciones del mercado pueden llevar a las empresas a enfocarse más en la innovación y la adaptabilidad que en las estrategias tradicionales.
5. Cultura Organizacional
Valores y Creencias: La cultura organizacional puede influir en qué temas se priorizan. Si una empresa valora más los resultados financieros inmediatos y la eficiencia operativa, estos temas dominarán las discusiones.
Liderazgo y Comunicación: Los líderes empresariales tienen una influencia significativa en las prioridades de discusión. Si los líderes no enfatizan la importancia de la administración estratégica, es menos probable que se convierta en un tema central.
6. Medición y Evaluación
Métricas Financieras y Operativas: Las métricas financieras y operativas son más fáciles de medir y comunicar que el progreso estratégico, lo que lleva a un enfoque desproporcionado en estas áreas.
Éxito Tangible: Las áreas como finanzas y operaciones ofrecen indicadores claros de éxito, mientras que los resultados estratégicos pueden ser más difusos y a largo plazo.
Conclusión
Para superar estas tendencias, es crucial que las empresas desarrollen una comprensión más profunda de la administración estratégica y la integren en todos los niveles de la organización. Esto incluye educar a los líderes sobre la importancia de las estrategias genéricas y la ejecución de la estrategia, y asegurarse de que la estrategia se traduzca en acciones concretas que se puedan medir y evaluar a lo largo del tiempo.