La esperada invasión terrestre de Israel en Líbano parecía estar en marcha el martes. El ejército israelí anunció una operación "limitada y localizada" contra objetivos de Hezbolá en el sur del país, abriendo un nuevo frente contra el grupo militante respaldado por Irán. La incursión, aprobada por líderes políticos israelíes, marca una nueva fase en el conflicto. Las operaciones, apoyadas por ataques aéreos y artillería, se enfocan en "pueblos cercanos a la frontera". Naim Qassem, número dos de Hezbolá, en su primer discurso tras la muerte del líder Hasán Nasralá, afirmó que "las fuerzas de resistencia están listas para un enfrentamiento terrestre". Los ataques de Israel forman parte de un conflicto que se extiende desde Gaza y Cisjordania hasta grupos respaldados por Irán en Yemen e Irak. La escalada ha generado temores de que Estados Unidos e Irán se involucren en el conflicto.