El Partido Laborista obtiene una victoria histórica en las elecciones británicas y la mayoría absoluta en el Parlamento, según sondeos a pie de urna. Con Keir Starmer como primer ministro se termina un ciclo de 14 años de gobiernos conservadores. Los votantes castigan a los "tories" del primer ministro Rishi Sunak con el peor resultado desde el inicio del siglo XX.