El Mago representa un enigma cautivador entre todos los arquetipos, siendo alguien que ha penetrado en los misterios esotéricos y ocultos, fusionando lo espiritual con lo tangible. Se erige como un iniciado en conocimientos secretos de diversas índoles, como nos enseña la Tabla Esmeralda: "Como es arriba, es abajo, y como es abajo, es arriba", buscando alcanzar las maravillas de la Obra Única.
Frecuentemente, el Mago asume el papel de mentor o guía tanto para su comunidad como para líderes, como los reyes. Desde un punto de vista psicológico, encarna la transformación, convirtiendo realidades pasadas en nuevas. Representa el arquetipo máximo de la autorrealización, facilitando nuestra búsqueda constante por elevar nuestra conciencia y reconocer un poder superior que trasciende nuestra propia existencia.