Jordi Gil nos deja en este encuentro toda su sabiduría vivenciada, constatada, sobre el duelo, el sufrimiento y la muerte. Es doctor en evolución y cognición humana, y tuvo una experiencia de pérdida hace más de 20 años, que hizo que su vida diera un vuelco totalmente radical. Ahora está al Servicio de la vida, ayudando a otros seres que sufren pérdidas en sus procesos de duelo.

Etimológicamente, la palabra duelo proviene del latín dolus que significa dolor, desafío o combate entre dos, mientras luto proviene de lugere que quiere decir llorar.

La vida es un duelo constante, y los duelos se lloran, se sufren y se llevan al fondo de nosotros mismos, para que sean entregados plenamente en nuestra consciencia. Un duelo lleva implícito un salto conciencial. Sólo superas lo que verdaderamente puedes integrar en ti. El duelo es desprendimiento, y esa es probablemente la asignatura más difícil para el ser humano. Desprendernos de algo que amamos puede ser desgarrador y liberador al mismo tiempo.

Al final, una sola certeza, estamos en manos de un misterio que nos abraza y no acoge, entregarnos a ese misterio es aprender la vida. Es empezar a vivir con libertad.

Gracias Jordi, por tu generosidad y tu apertura.
Gracias por ponerle voz al dolor y al amor.
Gracias por mostrarnos, como el ser humano es un SER que puede transformar todo su dolor en un amor inmenso, constructivo y de plenitud total. Porque esa es nuestra esencia.