¿Por qué el Señor Jesucristo puso tan grande énfasis en profetizar las profecías que se cumplirían antes de su regreso? ¿De qué manera se relacionan con la exhortación a "estar vigilantes" para reconocer las señales de su regreso? ¿Acaso somos nosotros la generación que vamos a ser testigos del cumplimiento de las señales del fin? Dr. Armando Alducin en vivo por Enlace TV.

Israel ha resurgido, las naciones del antiguo Imperio Romano se están alineando, la
alianza de naciones que se unirán a Rusia para invadir a Israel ya están reunidas, las
naciones árabes se están uniendo para transformar la Península Arábica en una nueva
Europa, las naciones africanas están unidas a Rusia, las perversiones morales han
llegado a un grado extremo de corrupción y desenfreno imparable, los rabinos judíos ya
están listos para la reconstrucción de su tercer Templo y nos encontramos al borde una
guerra nuclear.
Además de todo esto, la tecnología y la genética moderna han llevado al ser humano a
creer que somos capaces de crear una nueva super raza humana. No cabe duda que
nosotros somos la generación que debe estar, sobre todas las cosas, estar vigilante ante
todos estos eventos y esperar en cualquier momento el Rapto de la iglesia.
Cuando Jesús resucitó de los muertos sus discípulos recordaron que Él ya les había
profetizado su resurrección y creyeron a las Escrituras y a la palabra que les habló
(Jn.2:22). Esto fue un nivel más profundo de fe, pues ya habían creído en su salvación
(Jn.6:6869), pero ya sea una creencia inicial de salvación o un fortalecimiento de la fe
en Jesús, nos ilustra una gran verdad: ver las profecías cumplidas puede llevar a creer en
Jesús. Por lo menos tres veces Jesús estableció esta verdad (Jn.13:19; 14:29; 16:4).
No cabe duda de que el ver el cumplimiento de eventos profetizados, puede llevar a la
fe en Jesús. Consideremos estos casos registrados en la Biblia:
Cuando Jesús limpiaba el Templo (Jn.2:1317).
En su entrada triunfante a Jerusalén (Jn.12:1216).
En relación a las tres negaciones de Pedro (Luc.22:6162).
En relación a la resurrección de Jesús (Luc.24:69; Jn.2:22).
La asombrosa realidad de profecías cumplidas es una manifestación de la intervención
de Dios en la historia, en la forma como los eventos se desarrollan a nuestro alrededor y
en los asuntos de la humanidad (Is.44:68; 46:911).
La profecía predictiva y su cumplimiento conlleva un especial poder convincente, por
esta razón Jesús pudo declarar que cuando las profecías se cumplieran creyeran que Él
es verdaderamente el Hijo de Dios (Jn.13:19).
Esto también es verdad para las señales de los últimos tiempos, la cuales han sido
alineadas en la Biblia con exactitud, integridad y claridad. Esto debe causar que las
personas comiencen a considerar su destino eterno y la obra de Cristo en la cruz, y para
los cristianos les fortalecerá su fe enormemente, les motivará y animará para tener una
relación más íntima con Jesús (1 Cor.1:9).
Jesús enseñó que las señales de los eventos de los últimos tiempos deben ser
reconocidas y esperadas (Mat.16:13; 24:3233).
Daniel supo por medio del profeta Jeremías que el tiempo de la cautividad babilónica
había terminado (Dan.9:2; Jer.25:1112). Pero seguramente que también vio las señales
que se acercaban, pues dos siglos antes, Isaías había profetizado que Babilonia sería
conquistada por los Medospersas (Is.14:1719).
Además, se mencionaba el nombre del gobernante conquistador: Ciro, quien
emanciparía a los judíos (Is.44:28; 45:1). Sabemos que todas las señales convergirán en
un punto del tiempo, también sabemos que el cumplimiento profético puede venir en
fases y secciones, como lo fue el regreso de los judíos de Babilonia. Sin embargo,
debemos esperar las señales del cumplimiento (Luc.21:28) y esperarlas tan claras como
las señales del tiempo (Mat.16:13; Luc.12:5456; 19:44).
Además, nuestra expectación no es de temor u oscuridad, pues no estamos mirando el
fin, sino ¡un nuevo comienzo! Este fue el caso de Simeón y Ana y otros más que tenían
conocimiento del Espíritu Santo. y posiblemente de la profecía de las Setenta Semanas
de Daniel que "la consolación y redención de Israel" estaba a la puerta (Luc.2:2526,36
38). Nosotros no esperamos al Anticristo ni a la Gran Tribulación, nuestros corazones
no están temerosos ni afligidos por lo que ha de acontecer en el mundo, ¡sino que
esperamos “la bienaventurada esperanza y la manifestación de Jesucristo” viniendo por
nosotros (Tito 2:13).
I. LA APARICIÓN DE LAS SEÑALES
No cabe duda de que desde el siglo pasado comenzaron a aparecer varias señales muy
claras que indicaban que la humanidad había llegado a los últimos tiempos:
1. El aumento del conocimiento (Dan.12:4,910).
2. Dos guerras mundiales (Mat.24:68).
Consideremos a continuación las siguientes señales y recordemos las palabras de Jesús
(Mat. 24:25)...