Danilo Montero expone la importancia de enfrentar los temores en su mensaje. Comienza destacando cómo los temores, aprendidos y variados, pueden dividirse en temor a la pérdida, al fracaso, al rechazo y a lo desconocido. Reconoce que algunos temores son justificados, mientras que otros son irracionales y deben ser confrontados.

El origen del temor se remonta a la caída según la Biblia, donde la humanidad se volvió esclava del temor al creer en mentiras. Montero comparte una experiencia personal en la que enfrentó un desafío en un "campo de cuerdas" en Bolivia, enfrentando sus propios "terroristas internos" que intentaban sabotear sus esfuerzos.

Para enfrentar los temores, Montero propone:

Dar un paso hacia adelante y aceptar nuevos retos, recordando las palabras de Deuteronomio 31:8 que prometen la presencia constante y el apoyo de Dios.

Elegir mirar al futuro con esperanza, confiando en el cuidado divino incluso en tiempos de adversidad, como se ilustra en Hechos 27:24.

Aferrarse a la "cuerda de vida", simbolizada en Jesucristo, quien venció el poder del temor y ofrece libertad a aquellos que están sujetos a la esclavitud del miedo, como se menciona en Hebreos 2:1415 y 2 Timoteo 1:7.

Montero concluye instando a nutrir diariamente el amor hacia Dios para fortalecer el espíritu y vivir sin temor, basándose en la promesa de Isaías 41:10 de que Dios está presente para fortalecer y sostener a aquellos que confían en Él.