Después de que recibí mis huaraches, no podíamos perder la oportunidad de platicar con Don Chalio y Doña Juanita, siempre es agradable la convivencia con ellos. También tuvimos el honor de compartir la mesa con la bonita pareja y degustar unos deliciosos frijoles de la olla con un guiso de carne con chile verde y por supuesto, tortillas hechas a mano, una verdadera delicia auténticamente ranchera.

La familia está feliz porque Don Chalio ha recuperado la energía gracias al implante de su marcapasos. Nosotros estamos muy contentos de poder ayudar y transformar la vida de las personas.