Exploramos esta antigua y curiosa casa abandonada que perteneció a un ilustrado paleontólogo y entomólogo, pasión que deja patente por su númerosa colección de ejemplares fósiles que conserva en vitrinas de los pisos superiores, cuando el hombre en cuestión, hermitaño y centrado en sus investigaciones falleció sin dejar herederos, la casa fue entrando en decadencia hasta quedar prácticamente al borde del colapso, sin embargo todavía conserva muchísimas de sus pertenencias y enseres personales, es una casa de enormes proporciones, en el sótano vemos como también disponía de una gran bodega y maquinaria vinícola, la cuál refleja que también tenía pasión por la enología. Analizando documentos de la casa, se puede ver que el padre del sujeto también residía en la misma casa y también tenía devoción por las ciencias, lo cual el hijo también heredó, sin embargo el hijo por algún motivo no tuvo descendencia para legar la casa.