Desde niña, Federica Quijano enfrentó un sin fin de pruebas que templaron su espíritu, como el divorcio de sus padres, así como las carencias económicas y el lamentable abandono físico y emocional que tanto ella como sus hermanos sufrieron tras la ruptura familiar.

Prematuramente y para protegerlos se asumió como su protectora ejerciendo una maternidad anticipada.

Años más tarde, cuando anheló tener sus propios hijos, una severa endometriosis la imposibilitó a procrear y decidió adoptar, sin imaginar el retador escenario que le esperaba como madre de un niño autista, según le relata a Pati Chapoy en una larga y muy reveladora entrevista.

¿Quién diría que más allá de los escenarios donde aún brilla junto con sus compañeros del grupo “Kabah”, Federica es una verdadera sobreviviente de tantas y tan sucesivas adversidades? Y es que, nada es lo que parece…