El nuevo gobierno holandés liderado por el partido de Geert Wilders, el dirigente político contrario a la inmigración, ha prometido endurecer como nunca antes el asilo y la llegada de inmigrantes al país.

El conflicto migratorio terminó con el anterior gobierno y ahora los partidos contrarios a la migración se unen para frenar la llegada de ciudadanos de otros países. La nueva política se une a la de los países nórdicos y también a Alemania.

Holanda ha recibido a más de 2,5 millones de inmigrantes en las últimas décadas y tiene un sistema de asilo y refugio que incluye grandes beneficios para los solicitantes, pero la escasez de vivienda social ha disparado el malestar entre los holandeses que piden un cambio drástico en política migratoria.

Conversamos con holandeses e inmigrantes en ese país para conocer cómo valoran las medidas del nuevo gobierno.

Lo primero que nos sorprendió es que muchos holandeses se negaban a hablar de inmigración frente a la cámara. Es un tema sensible. Y hay algo todavía más sorprendente: muchos inmigrantes entienden el hartazgo de la sociedad holandesa con a inmigración.

Hace una semana publicaba un reportaje de “Venezolanos en Holanda”. También pregunté a ellos cómo valoran las medidas del nuevo gobierno holandés. Y algunos también creen que la inmigración está causando problemas como una mayor inflación en los precios de las viviendas.

Hoy mostramos la otra cara de la moneda de un país que fue un paraíso para los inmigrantes y refugiados y ya comienza a cerrar las puertas.