Febrero de 1940, Alemania está utilizando el tiempo que le ha traído la llamada “guerra de broma”, alistándose para tomar con toda su fuerza a su principal enemigo de aquél momento; Francia, al cuál se tomaba muy en serio, por lo que el tercer imperio alemán se encontraba desarrollando nuevas divisiones blindadas que pudieran competir contra una fuerza aproximada de 3000 blindados franceses y británicos en aquel momento.

Con nuevas unidades, también se requerían nuevos comandantes para las novedosas divisiones panzer. Es por ello que los candidatos para rellenar los nuevos espacios eran oficiales de caballería, soldados con cierta experiencia en el uso de formaciones de alta movilidad pero, a diferencia de ellos, había un comandante de infantería que se había destacado precisamente por su rapidez y precisión sin la necesidad de disponer de estos animales, su nombre era Erwin Rommel, y estaba a punto de destacarse en su segundo conflicto bélico a escala mundial.

Bienvenidos queridos espectadores a una nueva entrega de viernes de enfrentamiento crudo por la noche, en donde conoceremos la interesante historia de la séptima división panzer durante su bautismo de fuego en Francia de la mano del hombre que se convertiría en el zorro del desierto, quien para entonces ya era conocido por sus múltiples logros en la primera guerra mundial, además de haber publicado un libro con sus estrategias en 1937, y que si con un puñado de hombres era capaz de penetrar decenas de kilómetros dentro de las filas enemigas, con una división de las armas más preciadas de principios de la guerra, el cielo era el límite, así que señores, pónganse cómodos que estamos a punto de empezar.