Segundo Corte del Septimo Disco de LA LOGIA

LA MORENADA
José Alberto Morales

Cuenta la leyenda que los grandes señores de la morenada adoraban a una extraña entidad llamada MATARAGA, este ser mítico tenia los ojos rojos y todo el cuerpo verde lleno de pústulas de las cuales se exudaba un liquido viscoso, que cuando goteaba bastante se solidificaba en el suelo formando pequeñas esferas dulces de color blanco, el frío del altiplano estremecía al dios monstruo, y sus dientes crujían rítmicamente, como una marcha de guerra permanente.

Las esferas recogidas por los grandes morenos eran luego ingeridas en un ritual que debía estar acompañado de música y danzantes y mucha cerveza las llamaban Cofithres. Ahí se renovaba los votos de seguir alimentando a Mataraga con danzantes cada año para que sobreviva a cambio él les conferiría a los gigantes poder y placer, que era lo único que ellos podían pedir de esta vida, pues a diferencia de los músicos y los danzantes ellos no retornaban de la muerte.

Si danzantes y musicantes eran también conocidos como vueltas y vueltas, sus vidas estaban condicionadas a una suerte de renacimientos infinitos, claro esta que al renacer tanto danzantes como musicantes olvidaban su anterior vida, amores, odios y errores, condenados a veces a repetir una y otra vez sus propias vidas.

Muchos creen que los señores morenos obligaban a los danzantes a presentarse ante Mataraga, aunque ay algunos que creen que el desamor, la soledad y la desdicha hacia que ellos se presentaran por voluntad propia, de cualquier forma lo que si es seguro es que el propio Mataraga cazaba a los músicos y los obligaba a tocar para él al ritmo del crepitar de sus dientes, por el resto de sus días.

Francisco un Danzante de nacimiento... (Continuara)