Durante los últimos mil años, las familias reales de Europa han tendido a casarse entre sí. ¿Por qué? Lo hicieron para establecer dinastías y preservar la riqueza real dentro de su familia. Con el tiempo, sin embargo, puede resultar en una pesadilla genética. Únete a nosotros mientras exploramos los diez soberanos más endogámicos en la historia.

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Ludwig Ii De Baviera

Siglos de endogamia entre la élite europea resultaron en individuos inusuales convirtiéndose en gobernantes. Uno de esos personajes fue "Loco" Ludwig II de Baviera. Por lo menos, los residentes podrían estar aliviados de no haber elegido a un candidato tan inadecuado. ¿Pero Ludwig era tan insano como pensaban? Ludwig Otto Friedrich Wilhelm nació en la antigua Casa de Wittelsbach en agosto de 1845; las raíces aristocráticas de la familia se remontan a mil años. Estaba distanciado de sus padres, y cuando se convirtió en rey en 1864, se dirigió a su madre como "la consorte de mi predecesor". Se acercó a su prima, la Duquesa Isabel de Baviera, con quien compartía una pasión por la poesía, la equitación y la naturaleza.

Ascendió al trono de Baviera en 1864 y estaba comprometido con la hermana de Isabel, Sofía. Sin embargo, el compromiso fue cancelado, y Ludwig nunca se casó. Ludwig probablemente era homosexual en una época en la que "el amor que no puede decir su nombre" era ilegal. Además, como católico romano d voto, Ludwig debe haber luchado por reprimir sus deseos sexuales, lo que podría haber contribuido a su mala salud mental. Según el psiquiatra Christopher J. Ferguson, Ludwig era "retraído y emocional, y cada vez más alejado de las realidades políticas de su reino menguante". De adolescente, afirmaba escuchar voces y encontraba inquietante su mundo actual.

Por lo tanto, desarrolló reinos paralelos y se concentró casi exclusivamente en la arquitectura y el arte. Una escapatoria de la realidad fue una obsesión con las óperas de Richard Wagner, que estaban llenas de sueños. El compositor no era gay, pero tenía el afecto del rey y se beneficiaba enormemente del patrocinio de Ludwig. La creencia predominante sostiene que Ludwig II ganó el apodo de "loco" por una buena razón, con síntomas que apuntan a la esquizofrenia. Recientemente, el diagnóstico ha sido cuestionado. Según Bernhard von Gudden, el psiquiatra que consideró a Ludwig loco, su comportamiento sugería que estaba loco. Sin embargo, von Gudden nunca examinó al rey, en su lugar, se basó en entrevistas con miembros parciales de su personal.

Jorge Iii De Gran Bretaña

Jorge fue el primer hijo de Federico, Príncipe de Gales, y la Princesa Augusta de SajoniaGotha, y nació durante el reinado de su abuelo paterno, el Rey Jorge II. Después de la muerte de su padre en 1751, el Príncipe Jorge se convirtió en el heredero aparente y Príncipe de Gales. Ascendió al trono tras la muerte de Jorge II en 1760. Al año siguiente, se casó con la Princesa Carlota de MecklemburgoStrelitz, con quien tuvo quince hijos. La vida y el reinado de Jorge III estuvieron marcados por una sucesión de confrontaciones militares que involucraron a sus países, gran parte de Europa y lugares distantes en África, las Américas y Asia. Al principio de su reinado, Gran Bretaña venció a Francia en la Guerra de los Siete Años, convirtiéndose en la principal potencia europea en América del Norte e India. Sin embargo, muchas de las colonias americanas de Gran Bretaña se perdieron pronto en la Guerra de Independencia de América.

Otras guerras contra la Francia revolucionaria y napoleónica desde 1793 concluyeron con la derrota de Napoleón en la Batalla de Waterloo en 1815. En 1807, el comercio de esclavos transatlántico fue prohibido en el Imperio Británico. Jorge III es recordado por ser el gobernante cuando Inglaterra perdió su mayor colonia, América. Pertenecía a la misma familia que la Reina Victoria y también es producto de la endogamia. Inicialmente, los expertos especularon que Jorge III tenía porfiria, un trastorno que causa episodios de locura y tiñe la orina de azul violáceo. Sin embargo, evaluaciones recientes han concluido que Jorge III no tenía porfiria, sino que padecía una enfermedad mental, en particular trastorno bipolar, que probablemente fue causada por su endogamia. Los investigadores señalaron que durante los episodios maníacos de Jorge III, su escritura era notablemente diferente, y se sabía que hablaba sin parar hasta que le salía espuma por la boca.