Nos empeñamos en comernos el mundo, proclamando nuestra libertad para hacer lo queremos, cómo y cuándo queremos; para cumplir deseos, a cada minuto, de cada día, semanas y años, y durante toda la vida. Se nos olvida que esa vida y esa libertad son dones que se nos han regalado. En esa inopia, acabamos esclavos de nuestros propios intereses, o de los intereses de los demás.

¿Por qué tantas veces escuchamos alrededor gente que se lamenta?: "No me siento amado, no me quiero, estoy triste, me siento solo"... Y es que olvidamos el mayor acontecimiento: que cada uno tenemos dentro el corazón de Cristo Jesús y eso es lo que define nuestra identidad, si lo acogemos y dirigimos a Él la mirada. Ahí encontramos la orientación de la libertad y el sentido de la existencia. Él libera nuestra libertad, nos revela la certeza de ser amados de verdad. y de poder amar. Eso sí, si uno quiere.

¿Por qué la libertad es el drama del hombre de hoy?
Madre Verónica tiene respuestas para ti. Puedes escuchar sus reflexiones en un encuentro con jóvenes durante el X Simposio de San Josemaría, en Jaén (España), a quienes anima a buscar la auténtica libertad, y a no desgastarse en caminos que no conducen a la verdad. "La gloria de Dios es el hombre viviente y la vida del hombre es ver a Dios". Ese es el misterio de la libertad.

Escucha a la madre Verónica Berzosa en este video que os ofrecemos gracias a Iesu Communio. Aquí encontrarás las claves.



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