Recuerda lo que te hizo Amalek

Lutero y los judíos
Lutero había visto la vergonzosa forma en que la Iglesia había tratado a los judíos, e ideó un plan para cambiar eso. Estaba seguro de que la razón por la que los judíos no se habían convertido al Cristianismo era porque no podían digerir la corrupción de la Iglesia. Ahora los judíos verían que cristianismo eran diferentes y que serían amables con ellos; y entonces, todos los judíos se convertirían en cristianos.

Porque ellos [el clero de la Iglesia] han tratado a los judíos como no humanos. No han hecho nada por ellos sino maldecirlos y capturar sus riquezas… Espero que, si los judíos son tratados amistosamente y se les enseña la Biblia con amabilidad, muchos de ellos se volverán verdaderos cristianos y volverán a la fe ancestral de los profetas y los patriarcas…

Naturalmente, los judíos tampoco se entusiasmaron con el protestantismo. Su lealtad al judaísmo y a la Torá no tenía nada que ver con lo desagradables que fueran los cristianos con ellos.

Lutero reforzaría aún más ese argumento. Apenas los judíos rechazaron su tentativa de acercamiento y no comenzaron a convertirse en masa, Lutero, quien se tomó este rechazo como algo personal, se transformó en uno de los antisemitas más violentos de la historia.

Unos pocos años después escribió en su libro Respecto a los judíos y sus mentiras:

“Qué haremos con esta raza maldecida y rechazada de judíos, siendo que viven entre nosotros y sabemos sobre sus mentiras, blasfemias y maldiciones. No podemos tolerarlos incluso si no queremos compartir sus vidas, maldiciones y blasfemias. Quizás podemos salvar a algunos de ellos del fuego y las llamas. Déjenme darles mi honesto consejo…”

El consejo honesto de Lutero detallaba un plan para tratar con los judíos, el cual incluía:

Quemar todas las sinagogas.
Destruir los libros sagrados judíos.
Prohibir que los rabinos enseñaran.
Destruir hogares judíos.
Prohibir el ingreso de los judíos a los caminos y mercados.
Prohibir a los judíos dar préstamos.
Incautar la propiedad judía.
Obligar a los judíos a hacer labores forzadas.
Expulsar a los judíos de las ciudades cristianas.
(Para más información sobre el plan de Lutero, ver La historia de los judíos, de Paul Johnson, p. 242. Ver también Why the Jews? ¿Por qué los judíos?, de Dennis Prager y Joseph Telushkin, p. 107).

Cuatrocientos años después, Hitler y los nazis, utilizando los escritos antijudíos de Lutero en su propaganda antijudía, pondrían su plan en acción.


LA SOLUCIÓN DEFINITIVA
El 20 de enero de 1942 tuvo lugar la Conferencia de Wannsee, reunión de los más altos funcionarios del gobierno de la Alemania nazi y los líderes de las SS. En esa conferencia se estableció la estrategia para la implementación de la solución final al problema judío. Los judíos de Europa serían deportados a la Polonia ocupada y asesinados en campos de exterminio. En esta conferencia se decidió por unanimidad implementar este genocidio civil de hombres, mujeres y niños y no hubo una sola voz de disidencia.

JUDENREIN
¡Por primera vez en la historia de la humanidad, un gobierno elegido democráticamente! — implementó el plan para la aniquilación total de otras personas, la mayoría de las cuales no vivían en su territorio. El objetivo no era desplazarlos de su tierra o expulsarlos de un territorio en particular, como sucedió, y lamentablemente continúa sucediendo, en todo el mundo. El objetivo de los nazis era “aniquilar a los judíos, sin importar dónde se encuentren”. Borrarlos completamente de la faz del planeta.

NO HAY OPCIONES PARA LOS JUDÍOS
A diferencia de lo que sucedió en otras guerras y persecuciones, los judíos no tenían opciones. Un judío no podía salvarse rindiéndose y/o aceptando la autoridad del enemigo, como ocurría con todos los demás ciudadanos europeos, que tan pronto como se rendían se los dejaba en paz. Tampoco pudieron salvar sus vidas abandonando el territorio. O incluso renunciando a su religión, convirtiéndose o bautizándose. La única opción posible que los nazis dejaron para los judíos fue: la muerte.

LOS JUDÍOS SON PRIORIDAD
Como se muestra al comienzo del documental de Steven Spielberg “Los últimos días”, los alemanes actuaron en contra de sus propios intereses militares. Cuando Hitler י”ש tuvo que decidir si enviaba a sus últimas tropas a luchar en Rusia, donde estaban perdiendo la batalla, o usar estas tropas para deportar a medio millón de judíos húngaros y enviarlos a campos de exterminio, decidió invertir sus esfuerzos en asesinar a los judíos en lugar de tratar de ganar la guerra. Los nazis no eran salvajes ni locos. Estos asesinos genocidas eran educados, profesionales y hombres y mujeres de familia. Millones de ciudadanos alemanes y gente común no tuvieron ningún problema en participar en este plan de exterminio sistemático. No fue la locura mental (desde el punto de vista psicológico) lo que les hizo actuar de esta manera, sino un odio ideológico visceral contra los judíos (Amalek)


Rab Iosef Bitton