NINGÚN NIÑO DEBERÍA DE SER DETENIDO POR EL SIMPLE HECHO DE SER MIGRANTE
¡Deberían estar protegidos ante la violencia!
Tan solo en los primeros 6 meses de 2016, el Instituto Nacional de Migración ya había detenido a 16,640 niñas, niños y adolescentes.
Migrar es una decisión difícil, los que viajan lo hacen pensando en sus familias, en mejores oportunidades laborales o por el miedo de vivir amenazados por pandillas y crimen organizado.
Ellos buscan un nuevo comienzo.