El pasaporte es un documento que expide cada Estado para identificar a sus nacionales y que se requiere para viajar a distintos países. Este documento se caracteriza por ser público, individual, personal e intransferible. En el caso de las personas que se encuentran bajo tutela, será necesaria la autorización de los tutores legales para la expedición del pasaporte. El pasaporte tiene un aspecto físico similar en todos los Estados y siempre contiene datos personales como el nombre, apellidos, un número individualizado y una fotografía. Cuando se viaja a otros países, en el documento del pasaporte se pone un sello donde queda acreditada la visita de ese país, con una finalidad de control fronterizo. En España su validez es de diez años, si eres mayor de 30 años, o de cinco años para los menores de esta edad. Si se trata de niños entre cero y cinco años, se tendrá que renovar cada dos años. Hay que tener en cuenta que los españoles pueden viajar a cualquier país de la Unión Europea o el espacio Schengen con su Documento Nacional de Identidad, sin la necesidad de aportar un pasaporte. Existen varios tipos de pasaportes:
El pasaporte ordinario: el normal, común y personal.
El pasaporte colectivo: para excursiones o viajes en grupos de entre 3 y 50 personas menores de 21 años. Tiene la misma duración que el viaje para el que se expide, con un máximo de tres meses. Es válido, por ejemplo, para viajes entre España y Suiza, que no pertenece a la UE.
El pasaporte urgente: es para casos muy extremos, para cuando se viaje fuera de Europa y el vuelo salga en el mismo día o al día siguiente antes de las 10 de la mañana. Para su expedición, además de foto y DNI, se exige la reserva de vuelo nominal o la tarjeta de embarque. En España se emite exclusivamente en los aeropuertos de Madrid y Barcelona.
El pasaporte provisional: es emitido por los consulados en casos de urgencia acreditada y por duración inferior a un año. Permite por ejemplo a españoles residentes en el extranjero poder viajar a otros países.
El pasaporte diplomático: para los altos cargos diplomáticos y representantes del Estado y sus familias. Tiene una duración entre 3 y 5 años y en la mayoría de los casos tienen que ser devueltos tras finalizar la representación. En otros casos son vitalicios, como ocurre con la familia real. Comprenderá siempre al cónyuge o pareja de hecho, a los hijos menores y a los restantes miembros de su familia que convivan con el titular en el extranjero.
El pasaporte oficial y de servicio: para funcionarios o particulares en misiones o servicios distintos a las diplomáticas. Es condición indispensable tener también el pasaporte ordinario.
El salvoconducto: documento de viaje expedido a los ciudadanos españoles que careciendo de documentación precisan regresar a España, o a los extranjeros con protección española autorizada. Su vigencia será la misma que tenga previsto el viaje y sus titulares deberán entregarlo en un plazo de tres días desde su entrada en España.

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