Hace dos años, el gobierno español aprobó la ley rider con el objetivo teórico de mejorar las condiciones de los repartidores de comida, en su mayoría jóvenes migrantes. Prácticamente erradica la figura de autónomo y obliga a las empresas a contratar para mejorar sus condiciones laborales. Pero dos años después, algunos repartidores tienen que trabajar más horas para ganar menos

Con la nueva ley rider, las plataformas que no quisieron fichar directamente se valieron de terceras compañías para que contratasen a los repartidores. Y ya han surgido abusos que han terminado en los tribunales

Una de ellas es Justo a Tiempo, una plataforma en Madrid, Barcelona y Valencia que contrató personal para Uber. Comenzó a pagar por encima del mercado, pero pronto bajó los pagos y dejó de abonar las cantidades adicionales por día lluvia y horas extras.

Los repartidores ahora no tienen que pagar la cuota de autónomos pero ganan hasta un 50% menos que antes de la aplicación de la ley rider. Un grupo de repartidores habla de la nueva realidad de los repartidores de comida en España.