Curso de Filosofía para Educación Secundaria / Bachillerato / Terciario / Universidad realizado por el profesor Martin E. Prebble


9) Tales, el primer Filósofo

Como habíamos visto, Tales, que vivió en el siglo VII a.C., en la ciudad de Mileto, en Jonia, está considerado habitualmente el primer filósofo. Forma parte del grupo de los presocráticos, es decir, de los filósofos anteriores a Sócrates, de quienes sólo se conservan breves fragmentos y algunos testimonios de sus contemporáneos.

De hecho la pregunta que se formula Tales es de qué están hechas todas las cosas, cuál es su principio o fundamento, lo que los griegos llamaban "arjé", que significa por un lado "origen de una serie temporal, principio como comienzo" y, por otro lado "poder de mando, es decir, un principio permanente que regula y al cual obedece el cambio, fondo del cual las cosas surgen y al cual vuelven." (Bach Intagliata)
Entonces ¿cuál es el arché? La respuesta que dió puede ser un tanto sorprendente: el agua. En el fondo todo está hecho de agua, este libro, aquella mesa, etc. Pero, lo que distingue la explicación de Tales de una respuesta mitológica es que llegó a ella a partir de ciertas observaciones y por un proceso de razonamiento. En efecto, Tales observó que el agua es fundamental para todos los seres vivos, que la reproducción tiene lugar siempre en un medio acuoso, que el agua puede pasar del estado líquido al sólido y al gaseoso, etc. Estas razones hoy no nos resultan convincentes, pero, en el tiempo en que fueron dadas, deben valorarse como un intento de pensar racionalmente y por cuenta propia. Por eso Tales tiene bien ganado el título de primer filósofo. (Obiols 143)

10) El interés por lo divino y el desdén por lo mundano

Por último tenemos dos testimonios acerca de la vida de Tales, uno contado por Platón y otro por Aristóteles

“Ahí tenés, Teodoro, el ejemplo de Tales, que también observaba los planetas y, al mirar al cielo, se cayó en un pozo. Y se dice que una joven tracia, con ironía de buen tono, se burlaba de su preocupación por conocer las cosas del cielo, cuando ni siquiera se daba cuenta de lo que tenía ante sus pies. Esa burla viene muy bien a todos lo que se dedican a la filosofía. En realidad, estos seres humanos desconocen lo próximo y lo vecino, y no solo en el campo de la acción, sino casi en la mera distinción de su humanidad o de bestialidad.”. Platón, Teeteto. Sofista. Madrid. Planeta

Cuentan que, viendo lo pobre que era Tales, le reprochaban lo inútil que era la filosofía y que el “previó, gracias a sus conocimientos de astronomía, que habría una buena cosecha de aceitunas, cuando aún era invierno, y con la poca plata que tenía, entregó las fianzas para arrendar todos los molinos de aceite de Mileto y de Quíos, alquilándolos por muy poco cuando no tenía competidor. Y en cuanto llegó la temporada, los realquiló al precio que quiso y reunió un buen montón de dinero para demostrar que es fácil para los filósofos hacerse ricos, si quisieran; pero no es eso lo que buscan”. Aristóteles. Política. Buenos aires, Alianza

¿Cuál es el propósito de estas dos anécdotas? A primera vista pareciera que quiero remarcar la astucia e inteligencia de Tales pero en realidad lo que quiero mostrar el interés por lo divino y el desdén por lo mundano que solemos tener la gente de filosofía.

Bibliografía general utilizada

Bertelloni y Tursi, Introducción a la filosofía, Eudeba, 2010
Bach e Intagliata, Fuentes y Actividades
Carpio Adolfo, principios de filosofía: una introducción a su problemática
Obiols Guillermo, Nuevo curso de lógica y Filosofía
Sztajnszrajber, ¿para qué sirve la filosofía?

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