El profeta Joel menciona cuatro plagas: la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta. Sin embargo, todas ellas se originan a partir de una sola, que es la langosta. Esta plaga se caracteriza por su capacidad de evolución y destrucción continua. Del mismo modo, Satanás es astuto cuando intenta arruinar vidas, familias o ministerios. Sus tácticas permanecen constantes, operando en silencio y aparentando inocencia, pero su impacto puede ser devastador. Comienza de manera sutil, y si no se detecta a tiempo, los resultados pueden ser catastróficos.