La llegada de productos de origen americano a tierras españolas, no sólo objetos suntuarios de platería, orfebrería o pinturas, sino también productos naturales como el tomate, la patata, el tabaco, el añil, o la cochinilla entre otros muchos, provocaron cambios radicales en el gusto y la estética en toda Europa.
La introducción en España de muchos de estos productos y objetos se deben, en numerosos casos, a la actuación de emigrantes retornados (indianos), comerciantes, u otros emigrantes asentados en América que remitían a sus parroquias de origen objetos de gran valor, que demostraban el nuevo estatus alcanzado.
Migración e intercambio de bienes ha sido una constante entre América y España.