Ellos dos han logrado encontrarse y se cambiaron la vida. Beto comparte conocimiento y paciencia, Tony toda la bondad que puede haber en un joven en condición de autismo que es feliz haciendo su trabajo y dando un ejemplo de vida. Se trata de un ejercicio de inclusión en el que la fundación Sonrisa Azul promueve la inclusión de chicos con autismo en la vida laboral.