El gigante construye una pared para impedir que los niños accedan al jardín, lo que lleva a la llegada del invierno y la desaparición de las flores y los árboles.
Sin embargo, un niño pequeño que se queda atrapado en el invierno durante la noche y se refugia en el jardín del gigante, lo convence de que sea amable y compartir su jardín. El gigante se arrepiente y permite que los niños juguen en el jardín, lo que hace que la primavera regrese y el jardín florezca nuevamente.
El cuento se centra en la bondad, la generosidad y la empatía, enseñando que compartir y ser amable puede traer felicidad a todos