El resultado histórico de Alternativa por Alemania en las dos elecciones regionales del domingo, incluido un holgado triunfo en Turingia, provocó un sismo político en el país. Aún es una incógnita cómo haran las otras fuerzas para formar coaliciones estables de gobierno que no incluyan a ese partido. Tras la debacle electoral se agrava la situación de debilidad que atraviesa el Ejecutivo tripartito del canciller Olaf Scholz.